En un país donde más del 86% de las personas requiere cambios en su forma de alimentarse y la tasa de obesidad infantil es la más alta de toda Latinoamérica; la labor que se puede hacer desde la psicología para aportar a una mejor salud es fundamental. Esa es la tarea que buscan potenciar desde la UAI.
Importantes desafíos plantea la Dra. Claudia Cruzat desde su rol de vicedecana de la Escuela de Psicología y de directora del Centro de Estudios de la Conducta Alimentaria (CECA) de la Universidad Adolfo Ibáñez; los que implican adoptar nuevas formas para beneficiar con sus conocimientos a la sociedad.
La profesional ejerce labores como académica, liderando una labor educativa hacia alumnos de pre y postgrado; así como también ejecuta un rol como investigadora en temas de trastornos de la conducta alimentaria y obesidad. Desde este último perfil, ella y sus colegas han logrado generar importantes aportes desde la generación de nuevo conocimiento; sin embargo, buscan ampliarse hacia nuevas formas de contribución.
Nuevos mecanismos para aportar a la sociedad
¿Cómo hacer que el conocimiento que se genera a partir de la investigación se refleje en un beneficio directo para las personas? Reconociendo el potencial de la disciplina de la Psicología y del CECA, Claudia Cruzat busca replantarse los servicios que actualmente brindan, estableciendo un “modelo de negocios” que logre autofinanciar acciones de apoyo a organizaciones y a personas con trastornos alimentarios; un problema que se agudiza aún más en tiempos de pandemia.
Según indica Cruzat, para ejecutar este plan, trabajan de la mano con la Oficina de Transferencia Tecnológica de la UAI; organismo que apoya internamente a la generación de impacto a través de resultados científico-tecnológicos.
“Hemos estado en conversaciones con la OTT en dos ámbitos. Uno es derivando consultas de profesores y de estudiantes respecto al emprendimiento, porque no es algo que suela darse en nuestra carrera. Es generar un espacio, un nuevo lenguaje en estos términos”, indica la investigadora, que busca acercar a la comunidad estudiantil a este mundo, con el mismo objetivo de que el conocimiento generado se aplique y genere beneficios.
Por otro lado, Claudia Cruzat añade que “ahora en concreto estamos trabajando en el CECA. Nos hemos reunido con los distintos investigadores, para hacer un link con empresas, ya que hoy probablemente van a requerir información en relación a alimentación saludable, hábitos saludables; pero necesitamos convertir el lenguaje para llegar a ellas y a colegios”. Para esto, ya hablan del establecimiento de un nuevo modelo de negocios, estructurando sus líneas investigativas a modo de productos y servicios que les permitan aplicar técnicas de la psicología para contribuir a generar estilos de vida saludables.
A través de esta nueva mirada, la directora de CECA busca -además de “paquetizar sus servicios” para hacerlos llegar a instituciones como colegios, municipios y empresas- otorgar tratamientos especializados y de bajo costo para pacientes que así lo requieran. Para ello, es primordial el autofinanciamiento y el levantamiento de proyectos que permitan que personas de bajos recursos accedan a una atención de calidad.
Respecto a la labor que realiza la OTT, la directora de la unidad, Romina Hidalgo, explica que “estamos desarrollando planes de trabajo con los Centros de investigación para facilitar el acercamiento con los desafíos que se presentan en la actualidad, buscando generar un impacto positivo en la sociedad y el ambiente. Esto requiere un trabajo personalizado y en conjunto con los investigadores, ya que el contexto de aplicación de cada disciplina es diferente en cuanto a los modelos de negocios de las industrias pero también diferentes subculturas, contextos regulatorios y normativos, etc”.
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