La investigación que realiza el Observatorio del Futuro del Trabajo de la Escuela de Psicología de la casa de estudios devela importantes cambios, que se vieron acelerados producto de la implementación del teletrabajo.
La aplicación de acciones como flexibilidad de horarios, teletrabajo o reducción de sueldos fueron identificadas y serán analizadas en un estudio sobre Flexibilidad Laboral que actualmente se lleva a cabo en la Universidad Adolfo Ibáñez.
El estudio -que actualmente se encuentra en proceso- mide el nivel de implementación de medidas consideradas como externas, consultando respecto al porcentaje del pago de cotización de pensiones, salud o AFC, o aplicación del derecho a licencias médicas, permisos parentales o a guardería. Asimismo, se evalúan las medidas internas, en donde se encuentra la suspensión de contratos, aplicación de teletrabajo total o parcial, reducciones de jornada y de sueldo, entre otras.
Según indica Mariana Bargsted, académica de la Escuela de Psicología de la UAI que lidera el estudio, se generó tras el monitoreo constante del Observatorio del Futuro del Trabajo, con el fin de determinar “cuales son los cambios que van a haber en el mundo del trabajo, asociados a las demandas sociales o la implementación de la tecnología”. En este sentido, la profesional explica que después del estallido social y posteriormente la pandemia, se “impulsa violentamente al trabajo virtual, que es una de las formas de flexibilidad laboral, y empiezan a surgir otras, como la suspensión temporal de contratos o la extensión de las licencias maternales”.
En este contexto general, la profesional añade que “era sumamente pertinente llevar a cabo esta investigación para generar nuevo conocimiento”, con el fin de -tal como se indica en el propio informe- se planteen “acciones orientadas a mejorar la efectividad e impacto organizacional, así cómo también el bienestar de los trabajadores”.
Conclusiones preliminares
Las conclusiones finales de esta actividad serán determinadas tras llevarse a cabo una última medición pendiente, conforme a la metodología de la medición que implica tres “periodos” u “olas” de estudios que permiten analizar cambios en el tiempo.
De manera general, en el reporte parcial de este estudio se evaluó la aplicación de medidas de flexibilidad internas y externas y su nivel de satisfacción -hasta la fecha en dos periodos de tiempo (noviembre 2020 y julio 2021)- así como las actitudes laborales y la salud y bienestar laboral, entre las que se incluyen el estrés, ansiedad y sobre carga, entre otras.
Preliminarmente, se pueden mencionar hallazgos como una leve disminución de la satisfacción con las medidas de flexibilidad, con excepción de la medida de flexibilidad de horario, donde hay un grado significativamente mayor de satisfacción, lo que no ocurre en las mujeres, donde hay menor satisfacción con la flexibilidad de horario. Además, se aprecia un aumento significativo del nivel de estrés, especialmente en hombres, mujeres y trabajadores con estudios medios.
Asimismo, se observa una menor satisfacción laboral con los aspectos sociales del trabajo, a nivel general. Esto es más marcado a nivel de satisfacción laboral en trabajadores de enseñanza media y post grados, además de los jóvenes entre 18 y 29 años. En tanto, los trabajadores jóvenes experimentan mayor inseguridad laboral, interna y externa (temor a perder recursos en el trabajo y a perder el empleo) y se aprecia una disminución de la salud mental en mujeres, personas sin estudios y trabajadores de 30 a 39 años. Estos últimos presentan tambien menor nivel de autoeficacia, que es considerada un recurso personal para afrontar situaciones complejas.
Respecto a la flexibilidad laboral y medidas particulares como el teletrabajo, Mariana Bargsted concluye que “hay ventajas, sin duda. Ventajas asociadas a menor tiempo de traslado, costos de operaciones, lo que impacta también en la disminución de huella de carbono de las organizaciones. Sin embargo, para obtener ventajas como un mejor desempeño, compromiso y satisfacción laboral, se requiere diseñar distinto el trabajo dependiendo de si va a ser presencial- semi presencial o teletrabajo. En eso hay empresas que lo han hecho bastante bien y lo han planificado y hay otras que lo aplican sobre la marcha y van viendo cómo se las arreglan. Se aprecia una falta de reflexión y mayor foco en hacerlo con seriedad, ya que ahora tenemos tiempo para analizar las experiencias de su implementación, ya es momento de sacar aprendizajes de esto”, finaliza.
Apoyo de la Oficina de Transferencia Tecnológica UAI
Parte de este estudio de Flexibilidad laboral, específicamente la toma de datos de la segunda ola, fue realizada gracias al apoyo de la Oficina de Transferencia Tecnológica de la UAI, entidad que gestiona y guía actividades de investigación para que logren convertirse en innovaciones con aplicaciones en el entorno socio-productivo.
Respecto al soporte brindado para la elaboración del trabajo liderado por el Observatorio del Futuro del Trabajo, Romina Hidalgo, directora de la Oficina de Transferencia Tecnológica, indica que “los hallazgos de la Dra. Bargsted podrán eventualmente traducirse en una metodología de trabajo con fundamento científico. Es un buen ejemplo de cómo desde diferentes disciplinas es posible generar productos comercializables a la vez que generar un impacto positivo en la sociedad”.
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